Descripción:
Dryopteris affinis es un helecho nativo del oeste y del sur de Europa y sudoeste de Asia. Es muy abundante en áreas con alta humedad, en las Islas Británicas y oeste de Francia; en el Mediterráneo y el Cáucaso está confinado en las alturas. En España es común en Río de la Miel en el parque natural de los Alcornocales en Cádiz.
Características:
Planta vivaz, con un rizoma corto y robusto del que nacen densos fascículos de hojas de 35-130 cm, persistentes durante el invierno, con lámina bipinnada y pecíolo de 1/2 la longitud de la lámina, densamente cubierto de escamas alargadas de color castaño-rojizo a castaño oscuro. Pinnulas sesiles, de lados paralelos casi sin dientes y un poco dentadas en la parte distal. Soros recubiertos por un indusio de forma arriñonada.
Es una especie resistente al frío que forma un pulcro racimo erecto de frondes de hasta 1,2 m de alto. Las nuevas frondes son doradas debido a las escamas doradas que tiene el nervio central.
Cultura:
Una de las características más notables es que: le faltan flores. El rizoma grueso que tiene es importante sacarlo cuando está fresco porque es cuando está más activo.
En cuanto a la temporada de cosecha, los mejores rizomas se encuentran en el otoño. Hay que decir que crecen bastante bien en suelos silíceos y en suelos calcáreos bajos.
Usos:
Actúa como antiparasitario, especialmente contra trematodos y cestodos. Si se va a utilizar con fines medicinales, es importante: recoger los rizomas en la temporada de otoño eso sí, estos deben limpiarse y secarse a una temperatura superior a los 35 grados centígrados.
En la medicina tradicional, los helechos, junto con la menta y la salvia, así como las bayas de saúco, las rosas y la manzanilla se usaban en combinación con la paja para el diseño y fabricación de colchones y así poder hacer frente a los problemas de raquitismo.