Descripción:
Aechmea fasciata (piñuela, lengua de suegra, bromelia fasciada) es una especie botánica de la familia de las bromeliáceas, típicas de vegetación de las restingas de las costas del Atlántico, que es un ecosistema del bioma de la selva atlántica. Crece en Brasil, especialmente en Bahía, y es muy usada como planta ornamental.
Características:
Es una roseta siempre verde, de hojas lanceoladas, largas, envainadas entre sí, coriáceas, rectilíneas, rígidas. Inflorescencia en espigas, y brácteas coloreadas imbricadas; flores de pequeño tamaño.
Cuidados y cultivos:
Luz: requiere de lugares luminosos pero con poco sol directo. Al ser una planta de fácil cultivo en interior, puede sobrevivir también con poca luz, pero sus hojas probablemente pierdan su aspecto grisáceo original. En el caso de los retoños, probablemente nunca lleguen a florecer.
Agua: la Aechmea fasciata no requiere mucho riego, aunque sí un nivel de humedad medio-alto (¡mejor no ponerla cerca de la calefacción!). Como explicaba antes, el centro de la planta (donde se ubica el tallo de la flor) es el punto más importante, su cordón umbilical. Por ello, en lugar de regarla sobre el substrato, debemos echar el agua en el centro, por donde nuestra planta absorberá todos los nutrientes necesarios. En invierno una vez cada una o dos semanas será suficiente, en verano duplicaremos la frecuencia. Siempre observando que quede algo de agua en ese punto, que la planta utilizará de depósito.
Temperatura: como ya hemos visto, esta planta no es exigente en cuanto a los cuidados que necesita. Prefiere los ambientes cálidos (entre 18 y 30 ºC), resintiendose por debajo de los 10 ºC. La temperatura media del interior de un hogar será suficiente para que esté contenta.
Floración: en viveros y tiendas, es habitual encontrar la Aechmea fasciata con sus hojas rosas ya formadas. Éstas duran dos meses aproximadamente. Durante este tiempo, pueden generar flores varias veces. En el caso de las plantas nuevas, obtenidas de hijuelos, podrán tardar 2 o 3 años en volver a florecer, siempre con los cuidados necesarios y en las condiciones óptimas.